Expertos en el tema afirman que los
pacientes de anorexia
muestran un cambio en la personalidad previa como indicio a la enfermedad, que
tienden a ser obsesivos, perfeccionistas, compulsivos y de baja autoestima.
También el solo hecho de que una persona tenga una autoestima o concepto de sí
mismo muy bajo puede ser un importante factor de riesgo. Rosa M. Raich menciona
en uno de sus libros que el hecho de sentirse gordo es una de las causas
más comunes que indicen en el inicio de trastornos de la alimentación, aun cuando la persona
no está realmente gorda, basta con que así lo crea para desarrollar la
enfermedad, así que el aspecto psicológico es de vital importancia a lo hora de
un diagnóstico y análisis de sus causas.
CAUSAS SOCIALES:
En las sociedades occidentales el ideal
de belleza ha evolucionado desde la década de 1960 hacia una delgadez pronunciada.
Por otro lado, la relativa prosperidad y la amplia oferta alimentaria han
incrementado el peso medio.
El sobrepeso conlleva,
sobre todo en el caso de las mujeres, una valoración social negativa:
los hombres con exceso de peso son
descritos habitualmente como fornidos, mientras que a las mujeres se
las considera gordas. La publicidad y el cine presentan la idea de que
solo las mujeres delgadas tienen éxito y son apreciadas. Aquellas con
sobrepeso, en cambio, pasan totalmente
desapercibidas o son personajes estrafalarios. Este patrón de belleza
puede provocar inseguridad principalmente en las mujeres jóvenes, que
sufren cambios físicos durante la pubertad y deben desarrollar aún un
sentimiento de aceptación de su nuevo cuerpo.
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